viernes, marzo 26, 2004
miércoles, marzo 24, 2004
martes, marzo 23, 2004
Me siento atrapado en mi libertad. Habito mi encrucijada sin esperanzas ni anhelos, con pocas preocupaciones. Ayer platique con una muchacha de cafeteria, quien me gusta. Tiene un aura de negra flor inocente.
Ay Dios! Qué fuerte siento el anhelo de mi pasión. Es una desgracia irremediable de mi ser. Qué dulce el canto interno de las lágrimas. Pulsar tibio desde adentro. En la oscuridad el músico ciego tañe lentamente su laúd de lluvia.
*
Ay Dios! Qué fuerte siento el anhelo de mi pasión. Es una desgracia irremediable de mi ser. Qué dulce el canto interno de las lágrimas. Pulsar tibio desde adentro. En la oscuridad el músico ciego tañe lentamente su laúd de lluvia.
*
domingo, marzo 21, 2004
miércoles, marzo 10, 2004
Suscribirse a:
Entradas (Atom)